A Fabian no sabemos muy bien que avatares de la vida lo dejaron aquí, tampoco nos importa. Este belga tranquilo, discreto y afable parece muy agusto entre los ruidosos conquenses. Añora su estupenda cerveza, pero no escupe la del lugar, ha entendido casi todo, es difícil que se moleste por algo, lo que le delata como un tipo inteligente.

Ha venido para que le demos el carnet de español y no le quitemos el Belga, y para enseñarnos que los problemas de este país antes conocido como España no son tan únicos, ni tan singulares, como algunos les gustaría y  nos quieren hacer ver. Son lugares comunes con los que se vive desde hace mucho tiempo .

Démosle la bienvenida y veamos que tiene que contarnos.

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