musica

Clarence Clemons

Clarence disfrutó de una vida maravillosa. Llevaba en su interior el amor por la gente que hacía que lo amasen. Creó una extensa y maravillosa familia. Amaba el saxofón, amaba a nuestros fans y daba todo lo que tenía dentro cada noche subía al escenario. Su pérdida es inconmensurable y nos sentimos honrados y agradecidos de haberlo conocido y tenido la oportunidad de estar junto a él durante casi cuarenta años. Fue mi gran amigo, mi compañero, y con Clarence a mi lado, mi banda y yo fuimos capaces de contar una historia mucho más profunda que esas que estaban simplemente contenidas en nuestra música. Su vida, su memoria y su amor perdurarán en la historia y en nuestra banda”. Bruce Springsteen.

El dia del espectador I – Valentín

Abrimos la consulta para algunos fieles y letrados oyentes, sin tara, ni dolencia. Llega el día del espectador, pero no todos los espectadores merecen su día. Valentín será el primero pero no el último. Trae bajo el brazo su música, sin orden ni concierto, sin causa ni razón.

Qué queda de los primeros discos que uno escucha, qué sobrevive, qué se difumina y se pierde, lo que ha estado siempre . . . La música que acompañó la vida de este hombre, la que le acompaña hoy, y la que le acompañará siempre, evidentemente no cabe en una hora.

Josele Santiago

Los enemigos no siempre están ahí para desearnos o hacernos algún mal, para no darles ni agua. Josele no ha sido nunca para esta Clínica una persona hostil, un enemigo. Entró en unas consultas antes que en otras pero siempre dejó un buen sabor de boca.

Gastó todos los fármacos y talonarios de recetas, arrasó los botiquines y dispensarios para dejarnos una obra imprescindible. Este madrileño encabezó durante casi dos décadas una de las bandas más sensata de esta tierra, simplemente un tío cabal.

George Brassens

Hemos abierto de milagro, el olvido y el pluriempleo han estado a punto de dejar la clínica callada. Pero estaba él, perenne al final de la estantería diciendo verdades como puños, tremendamente actual en tiempos de “esos imbéciles dichosos que han nacido en algún sitio” (como gustaba de llamar a los nacionalismos), tiempos de tormenta, de gorilas que preferirían sodomizar magistrados que ancianas.

Que crezca nuestra Mala reputación con una sonrisa como las que sigue arrancando este francés mientras trata temas tremendos, tragedias mayúsculas.  Nosotros a quienes la música militar tampoco nos ha sabido levantar, que siempre metemos la pata, que en la fiesta nacional nos quedamos en la cama, nosotros que tampoco creemos hacer ningún daño queriendo vivir fuera del rebaño. Nosotros hemos decidido dedicarle un tiempo a George Brassans.

Mundo Terrestre y rumba taleguera

Vuelven los chicos de “Mundo Terrestre”, esa bendita locura que durante siete u ocho años nos regalaron  Rafa, Javi, Ángel Espada, Papelillos y José Luis Contreras, también quienes les visitaron y ayudaron. Programa cocinado día a día por Raquel, Rafa y todos aquellos que pasan y dejan sus ocurrencias, lo vivido, su forma de ver la actualidad, la  ciudad o el barrio por el templo que “Mundo Terrestre” tiene en la calle  Alonso de Ojeda.

En esos años que vivieron pisando diferente, nadando contra la corriente, haciéndonos pensar como nos recuerda Fernando.  Pasaron por “Mundo Terrestre” Jose Luis Armstrong quien pisó la luna, James Moll quien nos quitara el sueño con la fiebre porcina e incluso se vivió una Odisea en el Espacio . “Mundo terrestre” es esto y mucho más, una tempestad sin calma de ideas , un brote de cordura.

Bonita postura esta de sentirse diferente, bienvenidos de nuevo a vuestra casa.

El compañero festivalero

Cuando llegan estas fechas empiezan a danzar de un lado a otro de la península, con sus camisas veraniegas, grabando con Iphone los escenarios, comentando conciertos en twitter, acampando, rellenando hostales o reclinando hasta el tope los asientos de los coches. Son los festivaleros. De Murcia, a Benidorm, de Madrid a Pirineos, ni una ciudad sin festival.

Miguel se lanza a lo popi y pide zapatilla al final de la noche cuando llega la electrónica, termina de aterrizar del SOS de Murcia y ya prepara Benidorm, y cae algo entre medias  . . . Músicas nuevas para nuestras salas de espera, aire fresco para este sanatorio.

Morphine

Vamos a realizar un viaje por sucios moteles, garitos de mala muerte, bajas pasiones… a través del espeso humo de cigarrillos, el sudor rancio alicorado de chicas y chicos malotes, desgraciados, a los que la suerte les dio portazo…

Sonidos graves, relajados a veces y aturullados por momentos. Sin pretensiones, sencillos y sorprendentes.

Vamos a adentrarnos en el particular mundo de la singular banda MORPHINE, creadora de atmosferas absorbentes y evocadoras, desprovistas de guitarras, el sonido “Low Rock», el personal mundo de Mark Sandman.

Malditos

Seguramente gran  parte de la obra de estos hombres se debe a su talento, pero otra parte se deba posiblemente a su visita a los infiernos, a los delirios, a las adicciones o depresiones nunca curadas.

Otros bajaron y han subido a contarlo, Tom Waits, Lou Reed, Josele Santiago o Corcobado. Nuestros protagonistas o decidieron quedarse o el infierno los devoró.  An-tonio, Juan Antonio Canta, Miguel Bocamuerta, Ray Heredia, geniales y ocurrentes músicos  a los que sus fuerzas solo les permitieron regalarnos un disco.

Bandas Sonoras

La reproducción de una película mediante una sucesión de imágenes fotográficas, crea en el ojo humano la ilusión de continuidad debido a la persistencia retiniana. El cine y sus músicas son mucho más, no solo sensación retiniana, son todas las sensaciones, la percepción de la belleza y la repugnancia, la ilusión o el desasosiego.

Imágenes y sonidos que quedan en nuestras cabezas, canciones que uno canturrea, diálogos que incomprensiblemente uno aprende y reproduce. . .  Hoy es el día del espectador.

Tarados y tullidos

En esta clínica cometemos el error imperdonable de llamar al cojo, cojo, al manco, manco, y al ciego,  ciego. Tullido no nos parece una palabra ultra ofensiva, posiblemente a ellos tampoco, ofenden esos bordillos, agrede la barandilla que falta. Creemos que los afectados esperan de los políticos una rampa, antes que el leguaje políticamente correcto, aséptico y remilgón.

Hoy tocan en la clínica quienes perdieron los brazos en las cunetas, quienes fueron condenados a vivir sin brazos por error médicos, aquellos que sufrieron Polio cuando las vacunas no llegaban, esos de la columna quebrada. Caídos que han aprendido a levantarse.

Cómo gritaba aquella banda Punk de los primeros ochenta: «Dios Salve a los Tarados».